sábado, 25 de enero de 2014

Mejor el camino.

Más importante que la meta es el camino, los ensayos, los experimentos, los prototipos, las pruebas y los errores... aprender a disfrutar del proceso es aprender a disfrutar del día a día, y esa debería ser nuestra meta.
El taller, el ruido de las máquinas y las tijeras cortando, el mate compartido, las charlas interrumpidas para descoser una prenda, la prenda final que nada tiene que ver con la idea original, la idea original plasmada en la tela, las telas que si, las telas que no, el pliegue que te salva y el botón que esconde.
El cajón de las cremalleras, la caja de los hilos, las herramientas por todas partes, los patrones, los libros que inspiran y la música, siempre la música, a veces de fondo, a veces protagonista, a veces todo junto.
La prenda en la percha es todo eso, es como el traje del super héroe, tiene poder porque lleva el ruido, el olor, el sentimiento de todo el proceso. Seguro que al llevarla lo notarás.











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